Hola alumnos de 1° 7° del turno noche de la E.T N° 16 "ESPAÑA"
Por razones de público conocimiento, nos vamos a estar comunicando por este medio .
Por dudas comunicarse a mi mail: silvina.carta@bue.edu.ar
Existen diferentes teorías sobre el orígen de la vida, veamos de que se trata cada una:
lean detenidamente el texto y contesten el cuestionaro Y NO OLVIDEN HACER CLICK EN ENVIAR !!!!. saludos Creacionismo
Atribuye la existencia de la vida a una “fuerza creadora” desconocida. Esta idea surgió quizá del hombre primitivo y se reforzó en las primeras culturas, como la egipcia o la mesopotámica. La teoría creacionista considera que la vida, al igual que todo el Cosmos, se originó por la voluntad creadora de un “ser divino”.
Teoría de la panspermia.
La teoría cosmogónica o de la Panspermia sostiene que en el universo existen gérmenes de vida en reposo que se desarrollan cuando encuentran condiciones propicias. Plantea que esporas bacterianas fueron las que colonizaron la Tierra primitiva. Una propuesta más para resolver el problema del origen de la vida la presentó Svante Arrhenius, en 1908. Su teoría se conoce con el nombre de panspermia. Según ésta, la vida llegó a la tierra en forma de esporas y bacterias provenientes del espacio exterior que a su vez, se desprendieron de un planeta en el que existían. A esta teoría se le pueden oponer los siguientes argumentos: * Se tiene conocimiento de que las condiciones del medio interestelar son poco favorables para la supervivencia de cualquier forma de vida. Además, se sabe que cuando un meteorito entra en la atmósfera, se produce una fricción que causa calor y combustión destruyendo cualquier espora o bacteria que viaje en ellos. * Tampoco soluciona el problema del origen de la vida, pues no explica como se formó ésta en el planeta hipotético del cual se habría desprendido la espora o bacteria.
Teoría de la generación espontánea o abiogénesis.
“Esta hipótesis plantea la idea de que la materia no viviente puede originar vida por sí misma”.
Aristóteles pensaba que algunas porciones de materia contienen un "principio activo" y que gracias a él y a ciertas condiciones adecuadas podían producir un ser vivo. Este principio activo se compara con el concepto de energía, la cual se considera como una capacidad para la acción. Según Aristóteles, el huevo poseía ese principio activo, el cual dirigir una serie de eventos que podía originar la vida, por lo que el huevo de la gallina tenía un principio activo que lo convertía en pollo, el huevo de pez lo convertía en pez, y así sucesivamente. También se creyó que la basura o elementos en descomposición podían producir organismos vivos, cuando actualmente se sabe que los gusanos que se desarrollan en la basura son larvas de insectos.
Esta hipótesis fue aceptada durante muchos años y se hicieron investigaciones alrededor de esta teoría con el fin de comprobarla. Uno de los científicos que realizó experimentos para comprobar esta hipótesis fue Jean Baptiste Van Helmont, quien vivió en el siglo XVII. quien realizó un experimento con el cual se podían, supuestamente, obtener ratones y consistía en colocar una camisa sucia y granos de trigo por veintiún días, lo que daba como resultado algunos roedores. El error de este experimento fue que Van Helmont sólo consideró su resultado y no tomo en cuenta los agentes externos que pudieron afectar el procedimiento de dicha investigación. Si este científico hubiese realizado un experimento controlado en donde hubiese colocado la camisa y el trigo en una caja completamente sellada, el resultado podría haber sido diferente y se hubiese comprobado que lo ratones no se originaron espontáneamente sino que provenían del exterior.
Platón o Aristóteles creyeron en la generación espontánea, y aceptaron la aparición de formas inferiores de vida a partir de “materia no viva”. Se basaban en la observación natural de la carne en descomposición, de la que al cabo de unos días, surgían gusanos e insectos.
Francesco Redí (1626-1698) fue un médico italiano que se opuso a la teoría de la generación espontánea y demostró que en realidad esos gusanos que aparecían, eran las larvas de moscas que habían depositado sus huevos previamente. Para demostrar su teoría, en 1668 diseñó unos sencillos experimentos, que consistieron en colocar pequeños trozos de carne dentro de recipientes cubiertos con gasa y otros trozos en recipientes descubiertos, para que sirvieran como “testigo”. Unos días después, la carne que quedó al descubierto tenía gusanos, mientras que la carne protegida no los tenía. Además, sobre la gasa que cubría los frascos se encontraron los huevecillos de las moscas, que no pudieron atravesarla.
En la misma época, Anton Van Leeuwenhoek (1632-1723), un comerciante holandés con una gran afición por pulir lentes, estaba construyendo los mejores microscopios de su época, y realizó las primeras observaciones reconocidas de microorganismos, a los que él denominaba “animáculos”.
En 1745, el clérigo inglés John T. Needham (1713-1781), un investigador vitalista intentó, a pesar de los resultados obtenidos por Redi, demostrar la veracidad de la generación espontánea. Para ello realizó unos experimentos que consistieron en hervir caldos nutritivos durante dos minutos, para destruir los microorganismos que en ellos hubiera (ese tiempo de ebullición no es suficiente para matar a todos los microorganismos). A los pocos días volvían a aparecer pequeños microorganismos que, por tanto, debían haberse creado “espontáneamente”.
Lázaro Spallanzani (1726-1799), un naturalista italiano, no aceptó las conclusiones de Needham. En 1765 preparó ”caldos” en distintas vasijas de cristal con boca alargada (similar a un matraz aforado) y los sometió a ebullición prolongada. Unas vasijas las dejó abiertas, mientras que otras las tapó herméticamente. Cuando calentaba un caldo en un frasco abierto, se observaba que al cabo de un tiempo aparecían microorganismos, mientras que cuando lo hacía en frascos cerrados, éstos no aparecían. Los resultados de Spallanzani no convencieron a Needham y sus partidarios, quienes alegaron que el calor excesivo destruía la vida y que los resultados de Spallanzani, únicamente demostraban que la vida se encontraba en el aire y que sin él no podía surgir (en los experimentos de Needham, los matraces estaban abiertos). Spallanzani repitió el experimento, hirviendo durante dos horas sus caldos, pero cometió el error de dejarlos semi-tapados como Needham acostumbraba a hacer, por lo que al observarlos después de unos días encontró que todos los caldos se habían contaminado con microorganismos que procedían del aire. Al considerarse que las pruebas no eran concluyentes, el problema quedo sin decidirse otros 100 años, en los que la controversia continuó, hasta que en 1859, la “Academia francesa de Ciencias” ofreció un premio a quien pudiera demostrar, con suficientes pruebas, si existía o no la generación espontánea. El premio lo ganó Louis Pasteur (1822-1895) quien a pesar de su juventud, en aquella época ya era un reconocido químico-biólogo. Mediante una serie de serie de sencillos pero ingeniosos experimentos, obtuvo unos resultados irrefutables, que derrumbaron una idea (la “generación espontánea") que había durado casi 2.500 años. A partir de entonces se considera indiscutible que todo ser vivo procede de otro (Omne vivum ex vivo), un principio científico que sentó las bases de la teoría germinal de las enfermedades y que significó un cambio conceptual sobre los seres vivos y el inicio de la Bacteriología moderna.
Teoría de Oparín (abiótica o quimiosintética).
El soviético A. I. Oparin y el inglés J. B. S. Haldane publicaron (en 1924 y 1929, respectivamente) trabajos independientes acerca del origen de la vida con un enfoque materialista. Sin embargo la obra realizada por Oparin es más conocida y extensa, este autor concibió una atmósfera primitiva de naturaleza química reductora, formada por metano, amoniaco, vapor de agua e hidrógeno que gracias a la acción de los rayos ultravioleta y otras formas de energía, las sustancias nombradas anteriormente dieron lugar a diversos compuestos orgánicos. Tales rayos consiguieron penetrar hasta la superficie de la Tierra porque, con la ausencia de oxígeno en la atmósfera, resultaba imposible la existencia la existencia de una capa de ozono como la que, afortunadamente, protege al planeta desde hace muchos millones de años. Es importante anotar que, en 1952, el estadounidense S. L. Mille demostró experimentalmente que esta de la teoría de Oparin pudo corresponder con lo ocurrido. Para ello, construyó un aparato donde introdujo una mezcla de metano, amónico, vapor de agua e hidrógeno y, después de someterla a descargas eléctricas durante una semana, obtuvo, según lo demostraron los análisis químicos, entre ellos algunos aminoácidos.
Pero la teoría de Oparin
no se detiene en la formación de compuestos orgánicos, sino que propone que
posteriormente se formaron amontonamientos o agregados moleculares de
constitución química diversa (llamados coacervados), visualizados como una
especie de puente entre los compuestos orgánicos y las células.
Para Oparin, entre los
coacervados más estables se produciría una selección natural que permitiría
seguir evolucionando hacia niveles superiores de organización.
Teoría celular
La primera aportación a
esta teoría se atribuye al inglés Robert Hooke (1635-1703). Fue en el año 1665
cuando este científico realizó cortes muy delgados de tejido de corcho y,
mediante observación microscópica se percató de que estaban formados por una
gran cantidad de pequeños espacios a los que llamó celdillas o células. De
igual manera la idea de la célula como unidad biológica nació en el siglo XVII
gracias a las aportaciones de varios científicos, entre ellos el holandés Anton
van Leeuwenhoek (1632-1723) autodidacta y constructor de sus propios
microscopios, que lograban amplificar las imágenes unas 300 veces, lo cual
contribuyó ampliamente a que pudiera observar células que poseían movimiento en
agua.
Fina capa de corcho observado al microscopio. Se obervan
celadas parecidas a los panales de abejas.
Posteriormente en 1831 el
escocés Robert Brown (1773-1858) describió un corpúsculo
constante en todas las células, al que llamó núcleo.
Por otra parte, en Inglaterra, Joseph Lister (1827-1912) creó un microscopio de
doble lente, mucho más potente con lo cual pudo ser posible que se realizaran
observaciones más precisas en las células.
Basándose en los estudios
que se acaban de mencionar los alemanes Matthias Jakob Schleiden (1804 - 1881) y Theodor Schwann (1810 – 1882) propusieron en 1839 los
primeros dos principios de la teoría celular.
Postulados básicos de la
teoría celular.
1. Unidad de estructura. La célula es la unidad anatómica o estructural de los seres vivos,
porque se dice que todos los seres vivos están formados por al menos una
célula.
2. Unidad de función. La célula es la unidad fisiológica o de función de los seres
vivos, porque cada célula lleva a cabo funciones propias de un ser vivo
(nutrición, crecimiento, reproducción y muerte) y especificas (las funciones
que corresponden a un tejido).
3. Unidad de origen. Toda célula proviene de otra, semejante ya
existente.
Este postulado puso final
a la teoría de la generación espontánea, ya que demostró que cada célula porta
en sus genes las características hereditarias de su estirpe.
La autoría de este
postulado, fue adjudicado durante mucho tiempo al alemán Rudolf Virchow (1821-1902); sin embargo, estudios
históricos recientes demuestran que fue del científico germano-polaco Robert Remark (1815 – 1865).
Bibliografía:
·
Gama, F. M. A. Biología 1, competencias + aprendizaje + vida.
2012. Segunda edición. Editorial PEARSON. pp: 78 - 83.
·
Arana, F. Biología para bachillerato. 2012. Primera edición.
Editorial trillas. pp: 79 - 84.
Hola alumnos de 1*7* de la E.T.16 , debido a causas de público conocimiento, nos vamos a ir viendo por aquí. Les pido que lean las teorías del origen de la vida . Pronto subiré un pequeño cuestionario para resolver en su carpeta. Saludos y cuídense mucho!!!
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